Aprovechando el cambio de hora y la mayor claridad de la mañana, decidimos realizar una salida larga, de más de 100 kilómetros, para lo cual, extendimos las pedaladas hasta más allá de Tetuán, para girar por la circunvalación y posteriormente buscar Martil, Cabo Negro, Rincón y Frontera.
Además del sol, nos acompañó una vez más el buen ambiente entre los compañeros, y por supuesto, también los invitados de lujo, como es el caso del Chanclas, a quién intentamos dar esquinazo y lo que conseguimos fue dejar cortado a uno de nuestros compañeros más combativo, que se despistó en una rotonda, perdió metros y hubo que levantar el pie para que entrara.
Llegamos a Ceuta sin mayores problemas, lanzando al grupo para buscar otra bonita volatta con la que quisimos cerrar la última aventura de octubre.